sábado, 24 de enero de 2009

Era Una Noche Desierta

De: Oscar Javier Palacios Torres

Era una noche desierta, y con el cigarro en la mano, observaba las noticias del mundo, la crisis económica del país me dejaba sin dinero, el universo conspiraba para que estuviera solo. Estaba viendo las noticias del mundo, cuando el teléfono sonó, me negué rotundamente a levantar la bocina, cerré los ojos y escuchaba, a las personas fuera de mi ventana, gritar el fin del mundo, mientras mi cigarro se consumía por completo en la ultima bocanada de humo, expulsada de mi boca.

Todo estaba cerrado, las tiendas, las casas, los corazones, la tecnología nos ha consumido, y el teléfono no dejaba de sonar, por nada del mundo, me levante, grite y nuevamente estaba sentado frente al televisor, con otro cigarro en la mano, uno nuevo, sin una sola muestra de fuego en él, el encendedor, me ayudo a consumirlo, era demasiado larga esta noche, era demasiado eterno este dolor, éramos demasiado, el uno para el otro.

Las calles arden deseosas de amantes nocturnos, los árboles, esperan a las jóvenes parejas besándose por debajo de ellos, cubiertos por el manto de sus hojas, los perros ansiosos de carne, han estado pensando seriamente, en probar la carne humana, sus ojos los delatan, tu mirada los reta y mi cigarro sigue nuevo.

Las noticias ya han terminado junto con mi paciencia, un solo timbre más de ese teléfono y lo arrojaré por el escusado, un solo grito más, y de verdad este mundo se acabara, yo lo ayudaré. Me pregunto ¿dónde esta el amor?, ¿quién lo encontró y en dónde?, ¿por qué se esconde de mí?, los silencios son incómodos; pero no cuando estas solo, son placenteros, son para mí.

La televisión nos gobierna, nos dice que comer, como, cuando y a que hora, nos dice quien ser, como vestir, hablar e incluso se ha encargado de decirnos que soñar, discúlpame pero se que te falle, ella voló con destino al cielo, y se llevo gran parte de mi vida.

Era la ultima noche del mundo, de la forma en la que lo conocemos, eras tu sin mí, y mi llanto deformado, convertido en todo aquello que no conoces, pero que esmeras entender, tu mundo distante de las ciudades, de los bosques, de las selvas, de los humanos, eres un ángel, uno que me salvo de la soledad, eres todo y eres nada, el sueño mas grande, la realidad mas pequeña.

¿Puedo preguntarte?, ¿puedo tocarte?, ¿puedo besarte?, ¿puedo amarte?, se que eres mudo mi pequeño ángel; pero con tus ojos me puedes responder, sal de ese rincón, y siéntate a mi lado, los dioses te quieren a mi lado, te han mandado a cuidarme, por fin se compadecieron de mí, ya que me han visto sufrir demasiado, ellos me regalaron un pequeño rayo de sol.

Llevamos aquí milenios, y nunca has respirado mi aliento, hemos caminado tomados de la mano, durante mis sueños; pero nunca, he escuchado tu nombre, incluso parece que no hay nadie aquí, que nadie esta aquí, que los humanos no son mas que robots programados para vivir infelices esta vida, que una vez más, necesitamos el dolor, al despertarnos, al caminar, al amar, al soñar, al odiar, al besar, al hablar; para todo lo necesitamos.

La necesidad del hombre por encontrar el amor, se ha transfigurado en una necedad, en una obsesión. Nos hemos creado falsas ilusiones de todas aquellas personas que conocemos, día a día, carecemos del sentido original y de la ilusión inmortal, pensamos en todo, pero nunca prestamos atención a nada. 

Parecemos 2 extraños, viviendo en 2 minutos diferentes, 2 seres distintos, y tan iguales, se que somos solo tu y yo, esta noche detrás de la ventana, todos viven la ultima noche del mundo. Esta noche las estrellas y las luciérnagas son una sola luz, y yo te amaré hasta que caigan sobre nosotros, apagaré todas las luces del departamento, encenderé velas y te daré una última cena, disfrutaremos de flores sobre piedras, de moho sobre los cuerpos, y de nosotros.

La distancia entre tú y yo, nos dice, que nos acerquemos, que nos besemos, y que nos digamos adiós, todo esta cerca y todo esta lejos, el café huele delicioso, tus ojos me sonríen, tu suéter color blanco resalta y refleja la luz de las velas, y me dicen que me quieres.

Despiertan mis instintos y tu te quieres ir, cerca estamos de besarnos, y tu rostro gira levemente, no puedo resistir esta vida sin tus besos, no puedo amanecer sin tu caricias, quiero que dispongas de mí, quiero ver estrellas de otoño, quiero ver cielos de verano, quiero verte desnuda, una vez más. No ha pasado tanto tiempo como crees, de hecho no pasado el mismo, solo he estado pensando esto mientras ese último cigarro que encendí se consumía, y el comercial en la televisión se acababa, dejaré que el mundo se acabe, que me desprecie, y si, he de viajar con destino al infierno, lo haré gustoso, por este momento eh terminado todos mis deberes en esta tierra. 

El reloj se mueve tan despacio, que siento, que el tiempo es capaz de devorarme, yo contigo diseñe la mejor forma de amar, hicimos el amor de la manera más perfecta, nos conocimos en todas las formas posibles, estuvimos unidos de manera celestial. Respirábamos el aire del otro, no había celos, no había rencores, no había más música, que la hacíamos durante el sexo, éramos uno parte del otro.

Siempre observamos como el sol era derrotado por la luna, nos separamos de la raza humana, por nuestra forma de amar. El decirnos adiós, no era para siempre, era para volver a encontrarnos.

La distancia era insoportable, no podíamos estar muy lejos uno del otro, y entonces el destino nos hizo una muy mala broma, te arranco de mi lado; mí corazón quedo destrozado, mi cama vacía, y me convertí en otra persona.

El destino juguetón, creyó que así seríamos mas felices, tu lejos de mí, yo solo, el amor es como un perro vagabundo, si tú no estas conmigo; una vez fuimos criaturas celestiales, pero el destino nos volvió humanos, nos dio defectos, nos dio según su concepción, una nueva vida.

Me estaba preguntando, ¿Cuántas manos habrán tocado tu cuerpo?, ¿Cuántos labios habrán besado los tuyos?, ¿cuántas veces habrás dicho “te amo”?, me cuestionaba, y sufría, recostado, mirando al techo, me encontraba con la realidad, tu eres mi demonio, tu eres mi ángel, tu eres todo y nada para mí.

Recuerdo haberte visto caminando con tanta arrogancia, que todos se arrodillaban en cuanto pasabas, y te hacían reverencias, como si fueses una reina, y yo frente a ti, sin caer ante tu embrujo, creíste que tu belleza te daría todo, pero tan solo era parte de un hechizo, para el cual estaba preparado, hasta el momento en que me besaste; entonces me diste a beber de un elixir sagrado. Solas caminan las bestias, las diosas bajan del olimpo y escogen a un mortal para desatar sus más bajas pasiones, entonces te convertiste en mi diosa y yo en tu fiel adorador.

Hay hombres que dicen e incluso aseguran que el amor tiende a acabarse, pero ellos no tienen a una diosa como tú, ellos no saben, que el diamante más bello que hay son las lágrimas de felicidad de mujer, cuando el romance se muere, esos diamantes se convierten en rubíes tan rojos como la sangre más pura que haya existido.

Los dramas son actos, los tatuajes son imágenes, siempre me ha encantado disparar a las sombras de los corazones que han sido destruidos. Elimino a esas sombras, para que no te cubran; para que no desaparezcas de mis ojos; para no verte a la distancia; para poder soñarte.

Eres tan hermosa, con tu cabello tan negro, con tus ojos tan dulces, con tu cuerpo tan perfecto, eres pequeña; pero eres la estrella que díos mando a la tierra para mí, eres mi pequeño regalo, eres el universo, mi todo. Me encanta verte caminar, tu piel tan blanca como una perla, tu forma de vestir tan elegante; pero esta es tan solo es una historia vieja, que me gusta volver a contar.

Dicen que todo ya esta contado, ahora me toca contarlo de manera diferente, todo es viejo, ya nada es nuevo, el amor, el desamor, la guerra, la música, tu y yo. Tu sabes que yo siempre quise más, nunca me conforme con la tenía, y sabes que eso me orillo a perderlo todo.

El destino te alejo, y yo, tú silueta no he podido olvidar, todos los días platico con la foto que olvidaste, duermo, como y respiro con ella, y se que al volver a casa, ella me estará esperando, que ella no me abandonara.

Lagrimas bajando lentamente por tus mejillas, deslizándose milímetro a milímetro revelando oscuros pasados, luminosos sentimientos. Despojan de todas las pieles y nos permiten ser humanos de aquí y hasta la eternidad.

Esferas de colores ruedan por las escaleras, miles de caricias suceden en este segundo, millones de miradas se cruzan y los niños juegan inocentemente a que se aman, los pequeños instantes en los que desapareces, son mi juego inocente, son lo que espero de ti, y no puedo evitar llorar, cuando siento rabia y tú no estas.

Miro y camino, solitario y acompañado, las pequeñas y grandes alegrías me las das tú, cuando te place y me las quitas de la misma forma, a tu placer soy tu esclavo, soy tuyo y de nadie más.

Flores, regalos y chocolates, he traído desde el fin del mundo solo para ti, he recorrido lo que muchos valientes temerían, y que en cobardes los convertirían, recorrí caminos de agua, fuego y tierra, volé por los cielos y como Ícaro mis alas se derritieron, y los cuatro elementos me cubrieron de su majestuosidad.

Cara a cara, el lugar hacía donde nunca se dirige la mirada, no nos movemos, porque esa mirada es un reto, es una maquina peleando contra otra de la misma intensidad; pero hay cortinas de humo y vapor, que nublan la vista para evitar dichas peleas.

Diario nos hacemos mas fuertes, duros y fríos, los corazones se vuelven más duros que el diamante y más fríos que los polos, alrededor del mundo nos volvimos seres adictos a la tecnología, nos volvemos adictos a todo aquello que no podemos tener, nos hacemos esclavos, y me hice así por ti.

Demasiada distancia entre los corazones, demasiada búsqueda de aquel ser que te complementa, el sudor, las lagrimas y la sangre derramadas en esa eterna misión para hallar la felicidad, es lo que nos mantiene como seres humanos.

Dicen que tú eres poesía, dicen que eres un sentimiento de colores infinitos, dicen eso, porque sales de mi pluma. Blanco el color de tu piel, que se enrojece al verme, negros tus ojos que iluminan mi oscura madrugada.

Lentos y rápidos tus movimientos son al amarnos, inocentes y apasionados son tus besos, delicada tu piel, me encanta que interrumpas cualquier acción tan solo para besarme, dejas que todo siga su curso; pero tú, tú si te detienes.

El hecho de tener todo te hace tan dura, para con los demás, pero te hace tan frágil, que no puedes verte al espejo, eres como una hoja delgada, cualquier cosa puede atravesarte, y por eso te pones esa mascara, no te la retiras ni para dormir, eres bella, pero dime que mas puedes ser.

Te gusta tener el mando, ser el capitán del barco, quieres ser el sol, el centro del universo y que todo gire a tu alrededor; pues he de pronunciarte que solo lo eres para mí, que si me abandonas siento morir lentamente, yo solamente soy feliz, al verte sonreír.

Siempre me ha gustado tenerte entre mis brazos y saber que al cerrar tus ojos, me dices en silencio que me amas y esto solo sucede en nuestro espacio, en nuestra constelación, que dios nos regalo para amarnos despacio y lejos de todos. A pesar que el mundo te desprecie, yo siempre a ti te querré, y daría una y mil veces más si es necesario mi vida por que tu vivas, podría vivir solo, si eso es necesario para que tu seas feliz, puedo ser todo y nada; pero como siempre debes saber que tu eras la única para pedírmelo, no quiero saberlo de otros labios, no quiero escuchar tus palabras en otros labios, porque para mí, significaría que no me amas ni un poquito, y yo puedo vivir con ese pedacito de tierra.
Dame un pedacito de tierra, déjame vivir ahí, quiéreme un segundo, dame un solo, vuélveme humano, no olvides nunca que te amo, permíteme soñar para que nadie me controle nunca.

Esta noche es desierta, es para amarse, es para desprenderse, es para ser humanos completos, solo falta que demos ese paso; pero si tu no lo quieres hacer, detendré el tiempo y juntos esperaremos a quieras.


Fin